El Capitán retirado de la Marina, Narciso Peña Cortés, se fue tras diez meses de trabajo coordinando, dirigiendo y educando a la Policía de Orizaba.

Y se va a pesar de que le encanta su trabajo. A sus 55 años de edad, tiene claro que en la vida hay que trabajar por las prioridades, seguir haciendo lo que uno ama, con quien uno ama, «cuando yo tenga 65 años, ya quiero estar mucho más tranquilo y si no bajo el ritmo de 24 / 7 ahora, no lo voy a poder hacer», dijo mientras esperaba el momento en que el Cabildo le diera una cálida despedida.

La renuncia con carácter de irrevocable fue entregada al alcalde Juan Manuel Diez el pasado lunes 11 de marzo, el Capitán se despidió de la corporación, de los uniformados y lo hizo con la misma elocuencia que les decía «No», cuando le invitaban un café o lo que fuera. La relación fue de respeto y de trabajo, nada más, eso es lo mejor.

Cuando se le pregunta ¿Qué se lleva Capitán? Responde: la satisfacción de haber servido y cuidado a los orizabeños como me lo pidieron.

«Les dejo una ciudad en paz, en orden, cámaras de video vigilancia funcionando, un equipo de Policía ordenado, educado y, un C5 debidamente funcionando para lo que es, como debe ser. Dejo también una ciudad con el menor índice delictivo, pueden estar seguros que tienen a una buena Policía, la mejor y no la hice yo solamente… En esta ciudad hay una autoridad que vigila, autoriza y facilita que esto sea posible».

Capitán, ¿sabe por qué un policía, en el Atalaya de Cristal, hizo bromas en megáfono anunciando un supuesto temblor, como para ponerle más sabor a  la experiencia de los visitantes?

¿Esa indicación de quién la recibió y, por qué lo hizo?… Los visitantes en ese momento tuvieron cualquier cantidad de reacciones y las  redes sociales dieron testimonio de ello en tiempo real.

«No sé, pero lo corrí inmediatamente… esa no es la Policía que merece la ciudad. Desconozco si alguien le indicó hacerlo, pero no es lo único que hizo mal y pagó las consecuencias laboralmente, esa acción es inconcebible.

Hubo otros casos que se atendieron, se aplicaron los correctivos como tenía que hacerse, para eso me contrataron: para hacer bien las cosas en esta área que tanto me gusta…”, añade el Capitán, mientras limpia de modo discreto un par de lágrimas que buscaron salida mientras charlaba.

El resto de la charla con el hombre que deja huella en el tema de la seguridad, «que no lo fueron», que se va porque sabe establecer prioridades, ya es ahora ex Director de Seguridad Pública municipal de Orizaba, tras recibir el halago a los resultados de su trabajo porque su tarea está completa.

Narciso Peña Cortés ama lo que hace, su vida como retirado de la Marina también es plena y se ha visualizado siendo un hombre que vive en paz, que valora los momentos que le esperan «trabajando en lo que me gusta, tengo mi propia empresa que dejé de atender por hacer esto que también me gusta y, si en cualquier momento quiero ir a donde sea, a comer y disfrutar de la vida y momentos con mi esposa ¡podré hacerlo con mucho gusto y en paz!”

La salida del Peña Cortés mueve muchas fibras, por no decir que  todas. Desde que llegó este señor, muchas voces, varias veces, lo mencionaron como el más indicado,  inspiraba confianza.

Cuando  le preguntaron directamente y en corto  «por qué se iba  y nos dejaba como huérfanos» hubo una respuesta que se llama «congruencia», quizá por eso los mismos integrantes del cabildo lamentaron que se vaya y se lo expresaron, ya quedan muy pocas personas con ese temple en trabajos de gobierno.

Por eso deja huella de su trabajo en  la ciudad: eso es lo que eligió ser… por eso se va el capitán.